Desde las Highlands conquistaron el mundo. Y hoy son un signo indiscutido de distinción en el five o`clock tea.

20180324_182206[1]

Hablamos de los scons.

Unos bollos tiernos, esponjosos y muy aromáticos. Habitualmente circulares, aunque también los hay cuadrados o triangulares. Generalmente horneados aunque hay algunas versiones fritas. Todos ellos exquisitos.

Originarios de las tierras altas escocesas. De su nombre no es tan claro el origen, hay quienes afirman que deriva del vocablo holandés «schoonbrot». Que en neerlandes seria algo así como, pan hermoso. Otros sin embargo afirman que su nombre proviene de «Stone of destiny» o piedra del destino sobre la cual los reyes escoses eran coronados. La cual también es conocida como Piedra de la coronación o Piedra Scone, en alusión a la Abadía de Scone donde históricamente era guardada. En la actualidad la abadía desapareció y hoy es remplazada por el Palacio Scone. Actualmente esta piedra se encuentra en el castillo de Edimburgo junto con el resto de joyas de la corona escocesa desde el año 1996 que el gobierno británico decidió restituirla a Escocia.

Se afirma que estos bollos tiernos característicos de gastronomía escocesa surgieron entorno al 1500, como sugiere el diccionario Webster. Durante el verano de 1840, la Duquesa de Bedford, Anne Marie Stanhope. Comenzó a agasajar a sus visitas y amigos. En el convite se ofrecía a los asistentes té con masas finas, scons acompañados de riquísimas mermeladas y confituras junto a la tradicional mantequilla de la zona. Tal banquete se servia a las cinco de la tarde en punto. La practica se volvió sumamente popular entre los cortesanos de la época, tanto que obtuvo la aprobación de la Reina Victoria. Con el tiempo esta costumbre se fue volcando a las clases menos encumbradas de la sociedad londinense, llegando a tener un profundo arraigo en la clase obrera. Esto marco en una forma decisiva las costumbres alimentarias de los ingleses.

Estos panecillos no solo se consumen dentro de Escocia o el Reino Unido. También son muy populares en otras latitudes como Nueva Zelanda, Australia, EEUU, Irlanda o Canadá. Aunque hay otros países fuera del Commonwealht donde también son muy apreciados estos panecillos. Como el caso de la Argentina, donde las diferentes corrientes migratorias lo aportaron a su variada gastronomía. En el país sudamericano gustan de comerlos acompañados de su tradicional mate y untados como no con dulce de leche.

Hasta aquí la historia y reseña de los scons. Pero esto es un blog de cocina así que hay que ir a la receta. Que si me dejan me enrollo mas que una persiana, como dicen los andaluces.

20180324_182354[1]

Receta:

Scons

Ingredientes (40 unidades aprox.):

650 g de harina común

1 sobre de polvo royal o impulsor quimico

3 cditas de café de sal fina

4 o 5 cdas bien colmadas de azúcar, dependiendo de que tan dulces te gusten

200 de mantequilla bien fría (se puede usar margarina en remplazo de la mantequilla pero el sabor no es igual)

2 huevos grandes

150 cc de leche bien fría

Elaboración:

Esta masa casi no requiere amasado, mas bien no lo requiere. Por este motivo es que lo ideal es hacerla a mano.

Vamos a ello. En una mesa de trabajo colocaremos la harina ya tamizada con el impulsor químico. Añadimos la sal y el azúcar. Formamos un volcán. Batimos los huevos junto con la leche y vamos incorporando poco a poco al volcán de harina. Con la ayuda de dos cornet de pastelería o dos espátulas incorporamos todos los ingredientes. Estos tendrán el aspecto de arena mojada y no ligaran entre si. Ahora añadimos la mantequilla, pera que sea mas fácil les sugiero cortarla previamente en trozos pequeños. Amasamos haciendo pequeños cortes sobre la masa con los cornet. Esto ayuda a incorporar la mantequilla a la masa. Cuando este casi totalmente incorporada la mantequilla es decir solo veamos trozos muy pequeños de mantequilla que aun no se han integrado la masa estará en su punto. La masa es algo gomosa y un poco pegajosa. Le damos la forma mas cuadrangular posible manteniendo un espesor en la misma de 5 cm aproximadamente. Envolvemos en film y dejamos reposar unos 20 min.

Precalentamos el horno a 190º.

Después del reposo estiramos la masa en una superficie levemente enharinada. La estiramos hasta que tenga un espesor de aproximadamente 2 cm. Cortamos círculos de unos 4 o 5 cm de diámetro con el corta pasta adecuado. No hacemos girar el corta pastas en el momento del corte para no romper la masa, solo presionamos bien hasta que el cortante toque la mesa. Colocamos en una bandeja recubierta con papel de hornear. Los recortes los unimos sin amasar demasiado y los volvemos a aprovechar para cortar mas scons. Pintamos con una mezcla de yema de huevo y leche. Horneamos por aproximadamente 13/15 min dependiendo del diámetro y el espesor elegidos. Una vez listos retiramos y colocamos sobre una rejilla para que no se humedezcan

Servir tibios acompañados de mantequilla, crema ácida y mermeladas. Los ingleses los parten por la mitad y los untan con un poco de mantequilla y mermelada de naranjas amargas. Los argentino con dulce de leche, si es La mulata, mejor que mejor.

Que sobrevivan y lleguen tibios a la mesa ya es todo un desafió se los aseguro. Espero que los disfruten. Y agasajen a sus invitados como la Duquesa de Bedford con unos ricos scons recién horneados. Y siempre five o’clock.

 

 

 

Cornet de panadería
Córnet de panadería

 

 

 

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Zenaida dice:

    Que rico me gustan comerlos con 🍯 miel , que pena no se mucho de repostería

    Me gusta

    1. Gracias. Es facil. Sigue mis recetas paso a paso y te saldran genial

      Me gusta

Replica a Zenaida Cancelar la respuesta